domingo, 16 de marzo de 2014

PRÓLOGO
Durante siglos, los humanos han sido demasiado codiciosos sobre lo que querían poseer y los límites a los que llegaban para lograrlo. Ataques a otras naciones, conflictos entre casas reales, instintos asesinos que se sentían en el aire... Todo para conseguir aquello que más desean.
Europa inició una guerra por su ambición de conquista y poder, Hitler por su odio a cierto tipo de personas... Todos ellos involucraron a muchas personas simplemente por sus ideales, incluso llevando a la desesperación a millones de personas por la pérdida de familiares en esas guerras.
Tras décadas de tranquilidad, era imposible mantenerla... En 2020 comienza la "Tercera Guerra Mundial", conocida también como "La Guerra Mentalista", involucrando a multitud de naciones y países, todo ello por obtener la fuente de conocimiento del uso de la mente y la imaginación hasta el punto de crear cualquier cosa de la nada, aquello llamado "Arco del Renacimiento".
Su descubridor y primer controlador total es un joven de 28 años conocido como "Regendorf". Descubrió que no todos pueden usarlo, por ello investigó el modo de que todos lo pudieran usar y lo consiguió, explicándolo en un documento secreto que nunca salió a la luz. Ahora mismo todos están luchando para obtener ese documento donde se especifica, por eso Regendorf está escondido junto a los documentos del descubrimiento para evitar el mayor conflicto jamás visto en toda la historia de La Tierra.
Tras días de búsqueda, las fuerzas Rusas le localizan, aunque de pronto desaparece junto a los documentos sin dejar ningún rastro... Aunque la desaparición de Regendorf es solo el inicio de algo que cambiará al mundo...
O quizás no...


CAPÍTULO 01 - Principio del Fin
Una noche de oscuridad, sobre las calles de Pedro Muñoz, se escuchan pasos sigilosos pero nadie caminando por ellas. De pronto aparece un joven observando una casa, la cual parece como si la conociese de siempre...
Año 2012. Un día de rutina de Cristian, un joven de 20 años, se estaba preparando para ir a trabajar. Tras desayunar, vestirse y arreglarse, se disponía a salir de su casa para ir andando a su lugar de trabajo. Trabaja como oficinista en un Instituto, aunque siempre que iba y venía del trabajo, acababa cabreado, ya que siempre se encontraba con maldad por todos los lugares. Peleas familiares, riñas infantiles entre adultos, riñas de adultos entre niños... Todo tipo de situaciones jamás vistas.
- Este mundo es demasiado maligno y corrupto... --comentó en voz baja Cristian-- Aunque supongo que es imposible el intentar solucionar todo esto ahora que estamos en estos tiempo tan malos en los que todo vale... Vaya asco de mundo.
Un domingo, en una comida familiar, hablaban de lo mismo que pensaba Cristian...
- ¿Habéis visto los nuevos recortes que va hacer el nuevo presidente? --preguntó el cuñado de Cristian--
- Me parece injusto que hagan esto los políticos, siendo que deberían primero hacerse recortes ellos mismos. --respondió la hermana de Cristian--
- Es que el presidente actual está cobrando incluso más que los que estamos aquí juntos. --dijo el padre de Cristian señalando a los 6 que estaban sentados en la mesa--
- Esto es indignante, gente intentando hacer todo lo posible para sobrevivir mes a mes, mientras los políticos y altos cargos les sale el dinero por las orejas. --comentó indignada la madre de Cristian--
Tras esto, Cristian se quedó en silencio, aunque escuchando todas y cada una de las palabras que comentaban sus familiares. Se levantó de la mesa y se fue hacia fuera a dar un paseo para no cabrearse más sobre las maldades que existen en el mundo... Aunque nada más salir, se encuentra con una persona misteriosa cubierto con una capa negra y una capucha tapándole el rostro.
- ¿Quién eres tú? --preguntó sorprendido Cristian--
La persona misteriosa agachó la cabeza y no respondió... Se le veían caer lágrimas de su rostro, pero no parecía de tristeza.


CAPÍTULO 02 - Encuentro Inesperado
La persona misteriosa se quedó quieta, y se levantó la capucha que le cubría la cara.
- ...Por fin te encuentro... --dijo en voz baja la persona misteriosa---
- ¿Qué has dicho? --le dijo Cristian--
- No te puedo decir nada sobre mi, es Información Clasificada, pero puedes llamarme Natalio. --le contestó la persona misteriosa--
- Entendido, pero ¿qué haces ahí parado delante de mi casa, y con esas ropas? --le preguntó Cristian--
- Información Clasificada, no puedo hablar sobre ello hasta no estar seguro... --dijo de forma misteriosa Natalio--
- No entiendo nada, pero yo soy Cristian, Cristian Lopez. ¡Encantado! --dijo entusiasmado Cristian--
- Entonces... ¡ERES TÚ! Sabía que reconocería esa cara, esa sonrisa... Esa casa... --dijo muy contento Natalio--
- ¿Cómo? --dijo Cristian extrañado--
- Nada, no pasa nada. Me voy, ya nos veremos, estoy seguro de ello... --dijo misteriosamente Natalio tras desaparecer--
- Qué persona más rara... ¿Qué estaría haciendo aquí? --dijo muy extrañado Cristian--
Entonces continuó con su paseo para despejarse, pensar sobre lo ocurrido, y volver a su casa ya que empezaba anochecer y al día siguiente le tocaba trabajar.


CAPÍTULO 03 - Rutina Extraña
Tras desayunar, vestirse y arreglarse, se disponía a ir al trabajo andando, como normalmente hacía. Al caminar por la calle, se encontraba con discusiones de los vecinos, peleas entre mayores, riñas entre niños, como cualquier otro día de rutina en la vida de Cristian... Aunque lo extraño es que en esta ocasión, sentía como que los podía escuchar más fuerte de lo normal y llegaban a unos extremos que jamás hubiese pensado. Al llegar a su lugar de trabajo, sus compañeros se encontraban más fríos que anteriormente, ya que solo hablaban con Cristian simplemente para cosas del trabajo. Eran demasiado fríos, aunque no se extrañó demasiado por ese pequeño cambió...
A los días siguientes, sintió que las cosas estaban cambiando a peor, las riñas llegaban a peleas, las peleas a discusiones... Así sucesivamente durante días, e incluso sus compañeros de trabajo dejaban de tener trato con Cristian, aunque éste sabía el motivo y le aterraba.
La crisis del país estaba llevando a la gente a despreocuparse de los demás y solo preocuparse por ellos mismo y sus intereses y necesidades.
Estaba cambiando la rutina de todo el mundo, y el mundo estaba cambiando a peor...


CAPÍTULO 04 - Reencuentro del Destino
Tras los cambios que estaban sucediendo, Cristian se disponía a huir de ellos y buscar una solución. En su huida, se encontró con Natalio de nuevo. Cristian se quedó sorprendido al volverse a encontrar con él, pero le empezó a contar los cambios repentinos de la gente.
- No puede ser, ya está ocurriendo... --dijo Natalio--
- ¿Qué está ocurriendo? --preguntó Cristian--
- El cambio de la humanidad ha llegado a otro nivel, ha vuelto a cambiar... He llegado tarde. --dijo decepcionado Natalio--
- ¿Cómo? --preguntó Cristian con una voz un poco elevada--
- No es algo que necesites saber... --dijo Natalio--
- ¡Dime ahora mismo todo! ¿Qué hacías enfrente de mi casa parado y de qué me conoces? ¿Qué es todo eso de "he llegado tarde"? --dijo Cristian algo cabreado--
- Está bien, te contaré todo... Pero no en éste lugar público. --le respondió Natalio mirando a todos lados-- Nos vemos en la plaza municipal mañana a ésta hora.
Tras decir esto, volvió a desaparecer. Cristian estaba algo extrañado por todo, pero decidió ir a ver que es lo que le contaría sobre todo lo ocurrido.


CAPÍTULO 05 - Pasado del Futuro
En el lugar donde habían quedado se encontraron los dos jóvenes.
- ¿Estás preparado para oír todo lo que tengo que decir? Después de esto entiendo que no podrás revelar nada ni mucho menos contárselo a nadie. --dijo muy serio Natalio--
- Entendido. --respondió con sinceridad Cristian--
- Mi verdadero nombre no te lo puedo decir, pero en vez de Natalio, puedes llamarme Regendorf. Vengo del futuro, y lo siento, no te puedo decir de que te conozco, pero te puedo decir de que eres una persona maravillosa y muy simpática en mi futuro. --respondió Natalio, ahora llamado Regendorf--
Le empezó a contar toda la historia del futuro, la guerra, el Arco del Renacimiento y todo lo relacionado con ello.
- He venido al pasado para cambiar eso, y evitar que la humanidad cree tanta maldad. --dijo Regendorf--
Cristian se quedó con la boca abierta sin dar crédito a lo que estaba escuchando.
- Bien, te ayudaré. --respondió Cristian-- Y te digo una cosa, nunca es tarde para cambiar las cosas.
- Sabía que lo entenderías, muchas gracias. --dijo Regendorf sonriendo--
Tras esto, Regendorf se disponía a contarle su plan para evitar el terrible futuro de Regendorf.


CAPÍTULO 06 - Comienzo del Cambio
Tras todo lo ocurrido, Cristian se marchó a su casa y siguió con su vida normal.
A los pocos días de la conversación con Regendorf, en su lugar de trabajo comenzó a ocurrir algo inexplicable. Comenzó haber terremotos, por el cual todos empezaron a huir del edificio, aunque en la escapada, apareció fuego como de la nada impidiendo que nadie pudiese salir de allí.
Tras conseguir apagarlo, comenzaron a caer escombros del tejado, golpeando a la persona que más amaba Cristian, y fue corriendo a salvarla.
- ¿Te encuentras bien? --preguntó asustado Cristian--
- Si... Solo es un rasguño... --dijo esa persona mientras se sujetaba el hombro--
- Si no puedes caminar, yo te llevaré a cuestas. --dijo muy convencido Cristian--
- No es molestia, si puedo mov... ¡Aghh! --dijo esa persona--
- No puedes moverte... Ven, agárrate a mí. --dijo Cristian mientras intentaba apoyarlo en su espalda--
Siguieron caminando para intentar escapar, pero en el tejado de la salida se encontraba aquella persona que cambiaría el mundo... Regendorf.


CAPÍTULO 07 - Intento de Cambio
Regendorf apareció ante todos para dar su comunicado y la noticia de que destruiría el mundo.
- Esperaba no llegar a esto, pero no me dejasteis elección... --dijo muy serio Regendorf--
- Te dije que te detuvieses y no siguieses con tu estúpido plan... --dijo Cristian--
- Y yo que pensaba que tu me comprenderías... Los humanos sois unos insolentes desde el principio de los tiempos, siempre habéis pensado simplemente en vosotros. La humanidad tiene una naturaleza avariciosa, cambiando constantemente sus gustos e intereses, simplemente por la avaricia de tenerlo todo y poseer cualquier cosa... Solo por vuestro interés... --dijo Regendorf a todas las personas que se encontraban fuera del Instituto--

- La gente cambia. ¡Los humanos podemos cambiar y evitar todo esto! --gritó en voz alta Cristian--
- ¿Cambiar, dices? JAJAJAJA ¡No me hagas reír! Es verdad, lleváis décadas cambiando... pero a peor. En el pasado, hacías guerras por conquistar el mundo, luego por continentes, países... Así sucesivamente hasta llegar al punto de hacer una guerra simplemente por el racismo o incluso porque no os gustaba un determinado grupo o tipo de personas... Pero ya me he cansado de esperar. --afirmó Regendorf-- Cuando estuvimos hablando me dijiste que esperara unos cuantos días para demostrarme que la gente podía cambiar, pero visto lo visto, estabas equivocado.
- Pero... --dijo Cristian--
- Silencio, ya he escuchado suficientes tonterías tuyas. Estoy aquí para anunciar la destrucción del mundo para crear una nueva era, la Era Acnología. Para ello utilizaré mi poder y mi arma más poderosa, Satellite Square.
- ¿Satellite Square? --se preguntaban las personas--
- Satellite Square... No puede ser... --dijo una de las personas-- Satellite Square fue una nave espacial enviada hace 3 años al espacio para explorar planetas.
- Exacto, eso quería que pensarais, pero el lanzamiento retransmitido por televisión no fue el verdadero. Durante ese lanzamiento, fueron lanzadas cientos de naves simultáneamente para ser exactos uno por país, y esos fueron los verdaderos Satellite Square. --dijo Regendorf-- Aunque no deberíais temer el Satellite Square, sino lo que puede crea; una bola de energía electromagnética fusionada con energía nuclear masiva... Etherion.
Todos se quedaron asustados al escuchar las palabras de Regendorf.


CAPÍTULO 08 - Prueba de Humanidad
Tras escuchar las palabras de Regendorf, una de las personas presentes se empezó a reír.
- ¿Destruir el mundo, dices? No digas bobadas, friki. --dijo una persona riéndose a carcajada--
- Ni se te ocurra ponerme a prueba... --dijo Regendorf--
- Vamos, si dices tener ese poder, ¿por qué no destruyes algo? --propuso esa persona--
- Esta bien, tú lo has querido. Poner vuestras miradas en Rusia. Ellos serán los primeros en caer. --dijo Regendorf mientras alzaba las manos y el resto de personas encendían sus móviles para ver las noticias emitidas desde Rusia-- ¡Cae desde los cielos, luz divina capaz de castigar a los pecadores, Etherion!

Varios segundos después de las palabras de Regendorf, en las noticias se podía leer la extraña desaparición total de Rusia tras el destello de una gran luz potente que apareció misteriosamente en el cielo.
Todos empezaron a preocuparse y a rogar perdón por sus vidas.
- Por favor, perdónanos. Cambiaremos, lo prometemos, pero no nos extermines, te lo rogamos. --dijeron varias personas--
- Ya es demasiado tarde, he visto la prepotencia de las personas y después el lamente de sus penas tras el temor que sienten. --dijo Regendorf--
Regendorf se abalanzó sobre la persona a la que más amaba Cristian en el mundo, que en ese momento se encontraba a su lado.
- ¡NOOOOOOOO! --gritó Cristian-- Maldito, como te atreves... ¡Te detendré y acabaré contigo! --dijo Cristian muy dispuesto--
- ¿Acaso intentas enfrentarte a mi? ¡JAJAJAJ! De acuerdo, acepto tu desafío. --dijo Regendorf-- Usaré mi Arco del Renacimiento contigo, y no me contendré.
Comienza la batalla que decidirá la salvación o la destrucción del mundo...


CAPÍTULO 09 - Enfrentamiento por el Futuro
Uno en frente del otro, esperando el primer movimiento para comenzar la batalla que decidirá el destino del mundo.
- ¿Estás preparado para enfrentarte a mi Arco del Renacimiento? --dijo Regendorf--
- ¿Acaso piensas que eres el único capaz de usarlo? --respondió sonriendo Cristian--
- No puede ser... Debería ser el único que logró aprenderlo y usarlo. --dijo preocupado Regendorf--
- Desde la última vez que nos encontramos hasta ahora, he conseguido aprenderlo y controlarlo a la perfección. --contestó Cristian--
- Bien, esto lo hace interesante... --dijo Regendorf mientras colocaba su mano derecha sobre su rostro-- ¡Muéstrame de lo que eres capaz!
Cada uno sacó una espada de la nada y comenzaron a luchar. Entre choque y choque de las espadas, se podía ver los deseos de cada uno de ellos, mostrándose en sus golpes. Varios minutos después se agotaron ambos.
- Nada mal para ser un novato. --dijo Regendorf-- Pero ya va siendo hora de ponernos serios, ¿no crees?
Entonces Regendorf alzó las manos y empezó a decir unos versos un tanto extraños.


"Concentración máxima, fuerza externa.

Usad mi poder para invocar aquello que está prohibido.

La unión hace la fuerza, la fuerza crea la destrucción.

Apareced ante mí, elementos creadores de nuestro mundo.

Element 4, yo os invoco.



Fuego, agua, viento y trueno...

Girad, uniros, y cread la fuerza divina de los cielos.

Rayo de la justicia, iluminación divina.

Juntos castigaremos a los pecadores...

¡ELEMENTAL MASTER!"

Una bola fue invocado y de el se proyectó un rayo lleno de potencia que se dirigía directamente a Cristian, golpeándolo por completo.
Se esparcía el humo y se veía algo a lo que Regendorf no podía dar crédito. Cristian no tenía ni un rasguño por el impacto.
- ¿Qué te parece mi escudo dorado? --dijo Cristian--


CAPÍTULO 10 - Batalla de Fantasía I
Cristian paró su ataque con un escudo dorado.
- Descendientes de Hephestos, gracias por otorgarme el escudo de los Dioses. --dijo Cristian--
- Entonces empecemos con el festival de nuestro arte. --dijo Regendorf--
- Elemento Fuego: Técnica de la Gran Bola Ígnea --gritaron los dos a la vez--
Comenzó a salir fuego de las bocas de los dos, impactando una con la otra.
- Veo que se te da bien usar este poder... --dijo Regendorf--
- Esto no es todo. --dijo Cristian sonriendo-- Dragón de Agua: Aliento
- Dragon de Fuego: Aliento --contrarestró Regendorf--
Empezó a salir agua y fuego de la boca de ambos.
- Direct Line. --dijo Cristian mientras aparecía detrás de Regendorf--
- ¡Tower Burst! --dijo Regendorf mientras colocaba sus manos en forma de cruz--
Una gran torre de llamas apareció de la nada, golpeando a Cristian.
- Elemento Aire: Técnica del Viento Cortante --dijo Cristian--
- Water Slicer. --dijo Regendorf--
Se volvió en una lucha a larga distancia entre una especie de látigo de aire y otro de agua chocando constantemente.
Tras todo esto, cada uno sacó su mano derecha.
- Chidori. --dijo Cristian mientras se abalanzaba a Regendorf con una especie de bola eléctrica en su mano--
- Rasengan. --dijo Regendorf mientras se abalanzaba a Cristian con una especie de bola giratoria en su mano--
Ambos chocaron y crearon una gran explosión.


CAPÍTULO 11 - Batalla de Fantasía II
Tras la gran explosión de ambos creados, se miraron fijamente.
- Veo que puedes ponerte en mi nivel, tienes un gran espíritu. --dijo Regendorf--
Entonces Regendorf juntó sus manos y empezó a emanar un gran poder por todo su cuerpo.
- Destrucción Planetaria --gritó Regendorf--
Regendorf abrió la palma de su mano y comenzó a crearse una especie de bola, que fue lanzada al cielo.
Tras ser lanzada, la tierra comenzaba a romperse y ascender hasta fusionarse con la bola creada.
- ¡Todos, salid corriendo! --gritó desesperado Cristian-- Veo que vas en serio con destruirnos a todos.
- ¿Acaso lo dudabas? Este es uno de los artes definitivos del Arco del Renacimiento. --dijo Regendorf--
Cristian se quedó en silencio y levantó la cabeza.

"80% de partículas de energía negra...
20% de partículas de energía blanca...
Traída desde el mismísimo infierno.
¡Destruye aquella concentración de tierra!"

Comenzó a crearse una gran bola oscura en la boca de Cristian, y salió un gran rayo, el cual iba directo al centro de la bola terrestre de Regendorf.
Impactó y todo volvió a la normalidad, todo parecía una gran ilusión creada por Regendorf.


CAPÍTULO 12 - Forma Final
Tras tanta lucha y muestra de poder, ambos se ponen serios.
Jejeje... Jajaja... ¡MUAHAHAHAHA! ¿Crees que esto ha terminado? --dijo entusiasmado Regendorf-- ¡ Esto no ha hecho más que comenzar!
- Ven con todo lo que tengas. --contestó Cristian--
- Está bien, tu lo has querido. --dijo Regendorf--

"Mi alma es como el acero, mi cuerpo un poderoso metal.
En este mundo no existe otro sonido para mi, más que el latir de mi corazón.
Cuando mi corazón tiembla, y el poderoso metal se fusiona con la sangre caliente...
Renacerá el guerrero carmesí, que abrirá la puerta a la malevolencia...
Sangre a la sangre, ven a mi... Sangre a la sangre, únete a mi...
¡BLOOD CLAW!"

- Entonces yo tampoco me contendré nada... --dijo Cristian--

"Hadas de los cielos, venid a mi. Sacrificad a este demonio.
Usad todo mi poder para traerla a este mundo.
Uniros a mi y otorgarme la armadura perfecta.
Aquella capaz de lograr cualquier cosa.
¡ARMADURA FAIRY!"

Entonces se abalanzaron uno sobre el otro e impactaron, creando una gran explosión.
El humo se marchaba, pero no se veía nada... Los dos acabaron destrozados y muy agotados.


CAPÍTULO 13 - Derrota Prevista
Tras la gran batalla de imaginación, los dos quedaron bastante agotados.
- No nos queda nada de poder... ¡Aún así, no puedo perder! --gritó Regendorf--
- ¡No te permitiré que me derrotes! --dijo Cristian--
Entonces comenzó una lucha de puños entre dos personas totalmente agotadas. Uno tras otro, mientras se golpeaban mutuamente.
- Este mundo debe ser destruido por el bien de la humanidad... --dijo Regendorf--
- ¿Por el bien de la humanidad, dices? --dijo Cristian--
- Los humanos solo piensan por ellos mismos, solo piensan en su única existencia. --dijo Regendorf--
- ¡Los humanos también se apoyan entre ellos! Nos ayudamos mutuamente cuando estamos en problemas, lloramos por nuestras personas queridas, alzamos nuestras armas para apoyarnos entre nosotros. --dijo Cristian--
- No dices mas que estupideces, el mundo está lleno de personas malas y destructivas. --contestó Regendorf--
- Escúchame bien, Regendorf. --dijo Cristian-- Existen personas malas en este mundo, eso si es verdad, pero también existen personas buenas, bondadosas, llenas de alegría y dispuestas hacer cualquier cosa por otra persona, aunque sean desconocidos. No todos somos malas personas, y las buenas personas podemos cambiar este mundo si nos unimos. Gracias a lo que has hecho, hemos aprendido de nuestros errores y mejoraremos para crear un mundo mejor... ¡Solo necesitamos una oportunidad!
Tras escuchar las palabras de Cristian, Regendorf retrocede y se auto-sacrifica con una espada clavada en su cabeza.
- Gracias, Cristian. Gracias a ti he aprendido que aún tenemos posibilidades de cambiar mi futuro. --dijo Regendorf antes de morir y desaparecer--


CAPÍTULO 14 - Final del Comienzo
Tras lo ocurrido se veía a Cristian y Regendorf sonriendo.
(PASADO)
- Sabía que lo entenderías, muchas gracias. --dijo Regendorf sonriendo-- Ahora  te contaré mi plan para que esto salga bien y cambie mi futuro lleno de guerras.
- Entiendo, te escucho. --dijo Cristian--
- Bien. Lo primero será crear una gran revolución en tu lugar de trabajo, pongamos que dentro de 5 días. --comentó Regendorf-- Crearé algunos terremotos y provocaré algún incendio para evitaros un poco el poder salir. Tras salir del edificio, me encontraré en lo alto de la salida, así que tu harás algo como que me has visto y avisarás a todos, pero supuestamente tu y yo solo nos hemos visto una vez.
- Bien, entonces empezarás hablar sobre que quieres destruir el mundo para cambiarlo y mejorarlo, y empezaremos a discutir tu y yo, ¿verdad? --dijo Cristian-- Además, podemos aprovechar que hay un compañero que no se traga nada y siempre quiere pruebas de todo, ya sea posible o no.
- Exacto, y lo de tu compañero es perfecto. --contestó Regendorf-- Seguramente diría algo tipo "Vamos, si dices tener ese poder, ¿por qué no destruyes algo?". Ahí atacaré a Rusia, así que avisaré a los medios de que coloquen las miradas allí dentro de 5 días, que será cuando apareceré. Tras la destrucción se creará el caos, así que tu me retarás para pararme los pies.
- Mmmm... No queda creíble... ¿Qué te parece si atacas inesperadamente a una persona cercana a mi? Supongamos a una persona que amo. --propuso Cristian--
- ¿Estás seguro de crear ese riesgo? --preguntó Regendorf--
- Si, así quedaría más creíble el atacarte, para parar el mundo y además vengarme del ataque que harás a la persona más amada para mi. --contestó Cristian-- Me colocaré al lado de ella para que puedas reconocerla.
- Perfecto, como tu quieras. --dijo Regendorf-- Entonces nos encarnizaremos en una pelea increíble, llena de poder. No te preocupes, crearé algunas cosas para que podamos estar de igual a igual en todo, y tras la pelea... Nos agotaremos, comenzaremos con los puños y me intentarás convencer de que me detenga, que la gente puede cambiar y demás. Tras todo esto... Me suicidaré y te dejaré el legado de cambiar la humanidad.
- ¿Suicidarte? --preguntó algo preocupado Cristian-- No puedes hacer eso, eso no me parece justo.
- Tranquilo... Ya he vivido muchas desgracias... Eso sería una alegría para mi. --dijo sonriendo Cristian--
(PRESENTE)
Sonreía ya que el plan había salido como lo tenían previsto.
- Espero que esto sirva de ejemplo para toda la humanidad, y tomen cartas para cambiar el mundo... --dijo Regendorf como sus últimas palabras-- Mi yo de esta época sabe todo lo ocurrido aquí y observará a las personas como intentan cambiar este mundo. Cuando llegue el momento adecuado, sabré si os habéis equivocado, y castigaré vuestro error como recompensaría vuestro éxito...
Tras estas palabras, desapareció completamente, sin dejar rastro alguno.
Regendorf, como último regalo, restauró Rusia y todos los destrozos creados en el Instituto. Cristian se levantó y se dirigió a todas las personas presentes.

- Espero que hayamos aprendido todos una valiosa lección de esto y que mejoremos todos este mundo lleno de guerras.
Tras esto todos empezaron a removerse para avisar al resto de humanos sobre lo ocurrido, y todos continuaron con su vida normal. Todos se estaban esforzando por mejorar el mundo tras el anuncio que hizo Regendorf. 
Una nueva era se aproximaba, aunque no era la Era Acnología, pero fue una era de tranquilidad y paz en el mundo.


EPÍLOGO
Tras todo lo ocurrido, la gente intentó cambiar, se esforzaron mucho en hacerlo... Aunque lo fueron dejando y siguieron con sus vidas al poco tiempo de lo sucedido en el Instituto de Pedro Muñoz. Todos se habían olvidado de aquel incidente y siguieron las guerras, las desgracias para el mundo... Todo el esfuerzo y sacrificio de Cristian y Regendorf había sido en vano.
Año 2020. La Guerra Mentalista.
Todo se encuentra destruido. Todos los países y grandes naciones comienzan una gran batalla descomunal para lograr el secreto del "Arco del Renacimiento", secreto descubierto por Cristian, descubridor y único usuario del mismo y se hizo llamar a sí mismo Regendorf.
Cristian descubrió que el Regendorf que estuvo ayudando hace 8 años, era el mismo de su futuro, y quería evitarlo para no volver a vivir esas desgracias... Aunque aquella tragedia se volvía a vivir... Gente llorando de impotencia, personas matándose entre ellas, simplemente para conseguir ese poder... Todo se volvía a repetir.
Cristian, decidido ha acabar con esto, hizo acto de presencia delante de toda la humanidad.
- Hace 8 años intenté evitar este futuro tan desastroso. --dijo Cristian a todos los presentes-- En aquella época creía que la gente podía cambiar a mejor y podríamos evitar tantas guerras, pero me equivoqué... Ya veo que es imposible cambiar las cosas si no nos ponemos todos de acuerdo.
Se alzó hasta los cielos y alzó sus manos en forma de cruz.
- Ahora sentiréis vuestro castigo divino por continuar con aquello que más odiais... --dijo Cristian--
- No, por favor, detente... ¡¡Lo podemos evitar!! --dijo una muchacha allí presente--
- Imposible, ya es demasiado tarde. --dijo Cristian-- Las fuerzas van tras mi poder para poder gobernar el mundo, ¿crees que aún tiene salvación este mundo? ¡JAJAJA! Lo dudo mucho...
- ¡¡NO, DETENTE!! --dijo la muchacha--
Se creó un silencio total y todos miraban al cielo, a la figura de Cristian con su cuerpo en forma de cruz.
- Destrucción Divina --dijo Cristian--
Una gran onda expansiva comenzó arrasar todo lo que había a su paso...


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NOTA DEL ESCRITOR: Irónico, ¿verdad? Que para conseguir la paz, haya guerras.